Historia:
Syngman Rhee
1º Presidente del Gobierno Provisional de la República de Corea
La República de Corea del Sur nació el 15 de agosto de 1948. Su primer presidente fue Syngman Rhee, electo en comicios que se realizaron con la presencia de tropas militares estadounidenses en el territorio. Durante 14 años Rhee gobernó el país de manera autocrática e impuso una Constitución para perpetuarse en el poder como dictador constitucional.
El gobierno de Rhee fue un aliado incondicional de la política de Estados Unidos. Los estadounidenses conscientes de la derrota del partido Kuomintang chino a manos del Partido Comunista, que contaba con apoyo en las zonas rurales del vecino país, gracias a la consigna: «tierra para los labradores», impulsaron al gobierno surcoreano a realizar un plan de redistribución de la tierra, indemnizando a los propietarios y con un máximo de tres hectáreas por persona.
En 1958 una severa Ley de Seguridad Nacional, facultó a Syngman Rhee a encarcelar a opositores de cualquier tendencia. Rhee fue reelecto en 1952, en 1956, y en 1960, en elecciones que fueron denunciadas como fraudulentas. Hubo protestas en Seúl y la amenaza de una revolución obligó a Rhee a dimitir el 27 de abril de 1960.
Tras las elecciones, le sucedió Po Sun Yun, miembro del Partido Democrático. El jefe de gobierno, John Chang, intentó llevar al país hacia un efectivo desarrollo económico y terminar con la corrupción.
En mayo de 1961 un golpe militar derrocó a Chang. En julio, tomó el mando de la junta el general Chung Hee Park, que suprimió las libertades democráticas y encarceló a los participantes en el régimen anterior.
El nuevo gobierno inició una política de reconstrucción nacional, que incluía un plan de lucha contra el comunismo y la corrupción, al tiempo que prometía elecciones libres.
En 1963 Park se presentó a las elecciones y ganó por un escaso 1,4%. En respuesta a la protesta generalizada, declaró la ley marcial y suprimió las libertades políticas y sindicales.
El régimen militar estableció una planificación económica centralizada y, con el asesoramiento de tecnócratas occidentales, Corea del Sur se transformó en país exportador. En 1965 el gobierno firmó un tratado con Japón por el que abandonaba la exigencia de reparaciones de guerra a cambio de ayuda económica. Luego del acuerdo, capital japonés comenzó a llegar a Corea del Sur.
El país se convirtió en una poderosa economía industrializada, dominada por grandes trasnacionales de propiedad coreana que producen acero, barcos, automóviles y aparatos electrónicos. El bajo precio de los cereales empobreció a los campesinos y los obligó a emigrar a las ciudades. Los trabajadores debieron soportar las peores condiciones laborales del mundo (salarios bajos, horarios extensos, poca seguridad, etc).
Tras dieciocho años de mandato ininterrumpido y cuatro elecciones ganadas en forma fraudulenta, en octubre de 1979, Park fue asesinado por el director del Servicio de Inteligencia en un confuso episodio.
El 17 de mayo de 1980 los militares reimplantaron la ley marcial y detuvieron a los miembros de la oposición. Al día siguiente, obreros, industriales y estudiantes tomaron la ciudad de Kwangju, en una insurrección que marcó la historia del país. La represión fue brutal: el ejército asesinó a miles de personas. Kim Dae Jung, destacado líder de la oposición fue condenado a cadena perpetua por instigar las protestas.
Al igual que su predecesor Park, Chun Doo Hwan trató de legitimar su gobierno y disfrazarlo de civil realizando elecciones presidenciales en las que triunfó en 1981.
En octubre de 1983 varios miembros del gabinete surcoreano murieron en un atentado en el Mausoleo de los Mártires en Myanmar (Birmania), durante una visita de Estado. Los birmanos aseguraron tener pruebas de que Corea del Norte era responsable del atentado y rompieron relaciones diplomáticas con Pyongyang.
La oposición al régimen de Chun burlaba la represión semejante a la de las peores épocas de Park y continuaba creciendo. El retiro del apoyo norteamericano a Ferdinand Marcos en las Filipinas por el fraude electoral y las violaciones a los derechos humanos preocupó al régimen, que introdujo ciertas reformas, entre ellas la prisión domiciliaria a Kim Dae Jung y una disminución de la censura.
Durante 1987, cientos de miles de trabajadores iniciaron huelgas y ocupaciones de fábricas en una oleada de protestas sin precedentes. Reclamaban el derecho a formar sindicatos democráticos e independientes de la oficialista Federación de Sindicatos Coreanos, aumentos de sueldos, suspensión del trabajo extra obligatorio, y una mayor participación en los beneficios del espectacular crecimiento del país.
En julio de 1987, Chun designó a Roh Tae Woo como su sucesor y presidente del Partido Justicia y Democracia. Comenzó una ola de protestas que expresaban la preocupación de que Roh, al tomar el poder, siguiera adelante con la dictadura. Los manifestantes pedían también que Chun respondiera públicamente por la matanza de Kwangju en 1980 y fuera sometido a juicio.
Frente al aumento de manifestaciones callejeras y preocupados por su imagen internacional (en especial con la proximidad de los Juegos Olímpicos de 1988), el gobierno disminuyó las restricciones políticas durante la campaña electoral de 1987.
En las elecciones, la recién liberada oposición fue en conjunto mayoría, pero no logró una alianza entre el sector dirigido por Kim Yong Sam del Partido de Reunificación Democrática y Kim Dae Jung del Partido por la Paz y la Democracia. La división de la oposición permitió que el gobierno ganara las elecciones.
En enero de 1990 parte de la oposición se fusionó con el Partido Justicia y Democracia y nació el Partido Demócrata Liberal, que pasó a controlar 220 de los 299 escaños de la Asamblea Nacional. El Partido por la Paz y la Democracia, ahora sólo Partido Democrático (PD), quedó como única oposición parlamentaria.
En una ofensiva contra los sindicatos independientes, en abril de 1990, la Policía invadió el astillero Hyundai y detuvo a más de 600 sindicalistas para poner fin a una ocupación de 72 horas en protesta por la detención de sus dirigentes. Unos días después, 400 empleados que estaban en huelga fueron detenidos en la emisora del Sistema de Radiodifusión coreano. Las protestas siguientes provocaron la mayor caída de acciones en la historia de Corea.
En setiembre de 1991 el presidente estadounidense, George Bush anunció la decisión de retirar las armas nucleares tácticas de Corea del Sur y en noviembre se informó que se estaba llevando a cabo. El hecho satisfizo una de las principales exigencias de Corea del Norte para permitir inspecciones en su territorio.
En diciembre de ese año, Seúl y Pyongyang firmaron un Acuerdo de Reconciliación, no agresión, intercambio y cooperación, que descomprimió las relaciones bilaterales (ver Corea).
En mayo de 1992 el presidente Roh Tae Woo designó a Kim Young Sam como su sucesor, quien obtuvo 41,4% de los votos en las elecciones presidenciales. La elección de Kim coincidió con un debilitamiento de la oposición, agravada por la renuncia, en febrero de 1993, de Chung Ju-Yung, líder del Partido del Pueblo Unido, acusado de haber aceptado contribuciones ilegales de una gran empresa durante la campaña electoral.
En 1995, dos ex Presidentes, Chun Doo Hwan (1979-1988) y Roh Tae Woo (1988-1993), fueron arrestados por su participación en el golpe de Estado que llevó a Chun al poder en diciembre de 1979 y acusados de traición y enriquecimiento ilícito.
En diciembre de 1996 la corte de Seúl sentenció al ex ministro de Defensa Lee Yang-ho a cuatro años de prisión por aceptar comisiones ilegales de la compañía Daewoo, tercera fabricante de automóviles del país.
En 1997 el país fue arrastrado por la crisis asiática. El FMI intervino con un préstamo de 67 mil millones de dólares pero exigió la flexibilización de las condiciones de trabajo y la privatización de los chaebols (conglomerados industriales como Samsung, Hyundai, Daewoo, de los que son accionistas la mayor parte de los dirigentes políticos y militares surcoreanos).
Kim Dae Jung, candidato del opositor PD, ganó las elecciones del mes de diciembre y al asumir la presidencia anunció una amnistía para los presos políticos y un gobierno de unidad nacional.
Una multitud se reunió en junio para recibir a Dae Jung luego de su viaje a Pyongyang para celebrar una histórica cumbre entre las dos Coreas. Junto con el líder norcoreano Kim Jong Il, discutió temas de seguridad, incluyendo el de los 37 mil soldados estadounidenses estacionados en Corea del Sur y el de los programas de misiles.
En octubre de 2000, Dae Jung recibió el Premio Nobel de la Paz, por «su trabajo por la democracia, por los derechos humanos en Corea del Sur y el Asia oriental, y por la paz y la reconciliación con Corea del Norte».
En noviembre, la fábrica de automóviles Daewoo se declaró en bancarrota. Durante los meses previos, miles de millones de dólares de fondos públicos fueron al rescate de la empresa, hasta que en 1999 el presidente de la misma, Kim Woo Joong, desapareció con gran parte de esos fondos. Tras el anuncio de que más empleados serían despedidos, en febrero de 2001 los trabajadores de la empresa recurrieron a la huelga, que fue reprimida violentamente por la policía y cientos fueron heridos y encarcelados.
Las relaciones entre las dos Coreas fueron puestas a prueba, en junio de 2002, por un choque naval en el que murieron cinco marineros surcoreanos y un número desconocido de norcoreanos. En julio, Pyongyang declaró que lamentaba el incidente. Posteriormente hubo dos cumbres oficiales y se inició un proceso de distensión. En mayo hubo encuentros de familias coreanas separadas. En un gesto sin precedentes, atletas norcoreanos compitieron en los Juegos Asiáticos que se celebraron en septiembre en Busán (Corea del Sur). En setiembre, ambos Estados acordaron la construcción de enlaces ferroviarios y carreteros, y aprobaron el retiro de minas de dos puntos de la frontera que los separa desde 1953.
En febrero de 2003 asumió la presidencia Roh Moo Hyun, abogado defensor de los derechos humanos. Moo Hyun expresó su voluntad de acercarse a Pyongyang y de lograr una mayor independencia de EE.UU. en política exterior.
En abril, el Parlamento aprobó el envío de tropas no combatientes a Irak (3.000 soldados ingenieros y médicos) para colaborar con Washington en la reconstrucción de ese país. Tiempo después, la oposición y la prensa acusaron a colaboradores cercanos del presidente de actos de corrupción.
En setiembre de 2004, el gobierno admitió que científicos de Corea del Sur experimentaron en forma secreta la producción de uranio altamente enriquecido. Las autoridades surcoreanas aseguraron que la investigación se concretó sin que se conociera a nivel oficial y sin ninguna autorización. El gobierno negó cualquier intención de llevar a cabo un programa de armas y aseguró que se había tratado de un hecho aislado.
La mayor fuerza de la oposición, el Gran Partido Nacional (GPN), logró una victoria absoluta en las elecciones complementarias del parlamento, realizadas en octubre de 2005, ganando los cuatro escaños en disputa en Daegu, Ulsan, Bucheon y Gwangju, lo que elevó a 127 sus asientos parlamentarios. El oficialismo, por su parte, sufrió un enorme fracaso, al no conseguir ningún escaño en las elecciones.
En febrero de 2006 Seúl y Washington comenzaron las negociaciones para la firma de un tratado de libre comercio a fines del año siguiente. Una vez firmado, sería el tratado comercial más grande de EE.UU. en Asia. Seúl consideró el inicio de las conversaciones como el evento más importante desde la guerra de Corea, cuando firmara una alianza militar con Washington.
En la celebración conjunta, por la conmemoración de los seis años de la histórica cumbre de las dos Coreas, llevada a cabo en la ciudad de Gwanju en junio de 2006, el ex presidente Dae Jung señaló que la reunificación de las dos naciones era el objetivo final al que debían llegar. «La reunificación debe ser realizada de manera gradual después de períodos de cooperación y de coexistencia pacífica», afirmó Dae Jung.
Tras un largo paréntesis, marcado por la tensión, ese mismo mes Corea del Sur y Japón comenzaron las negociaciones para resolver las disputas por las islas Dokdo. Las conversaciones pretendían llegar a un acuerdo razonable para ambas naciones, que permitiera la delimitación de las zonas de influencia marítima de cada una, tomando como base el derecho internacional.
Finalmente, en julio de 2007, se firmó el tratado comercial entre Seúl y Washington. El acuerdo eliminaría gradualmente tarifas en casi todos los bienes de consumo e industriales en los tres años siguientes a la firma. Por otra parte, grupos sindicales y agrícolas coreanos manifestaban temor de que se perdieran miles de empleos como consecuencia del ingreso de bienes y servicios estadounidenses.